En todo el mundo cada vez se utilizan más los procedimientos intervencionistas guiados por fluoroscopia. Esos procedimientos mínimamente invasivos se emplean como alternativa a las intervenciones quirúrgicas ordinarias, lo que ha dado como resultado una disminución de la morbimortalidad para los pacientes. Las dosis de radiación que los pacientes reciben durante los procedimientos intervencionistas guiados por fluoroscopia pueden ser lo suficientemente altas como para producir lesiones cutáneas y aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer en el futuro. Además, los miembros del personal también tienen el riesgo de presentar efectos deterministas, como la formación de cataratas.

A pesar de que muchos de los procedimientos intervencionistas guiados por fluoroscopia se realizan en los departamentos de radiología, hay cada vez más personal sin formación de radiólogo que los lleva a cabo en otras zonas de los hospitales, como los quirófanos híbridos. Es fundamental asegurarse de dotar a los miembros del personal que participan en los procedimientos intervencionistas guiados por fluoroscopia en todas las zonas del hospital de la suficiente capacitación en el ámbito de la protección radiológica y los servicios de asistencia.