Para garantizar el funcionamiento seguro y eficiente de los reactores de investigación, su explotación debe basarse en una planificación estratégica, una gestión sólida y una financiación adecuada. El OIEA ayuda a los Estados Miembros a optimizar estos elementos mediante el intercambio de experiencias, asistencia operacional en materia de planificación, programas de capacitación y exámenes por homólogos.
La alta calidad de un programa de explotación y mantenimiento de reactores de investigación depende de una gestión eficaz; políticas sólidas; procedimientos y prácticas ejemplares; recursos adecuados y personal competente. La comunidad de reactores de investigación se enfrenta a varios desafíos en este ámbito. Uno es ultimar las evaluaciones de la seguridad realizadas a la luz del accidente de Fukushima Daiichi, ocurrido en 2011, así como aplicar las mejoras necesarias al respecto. Otro es el hecho de que más de la mitad de los reactores de investigación en el mundo llevan funcionando más de 40 a?os y, si bien siguen siendo valiosos y se emplean eficientemente, afrontan varios problemas relacionados con el envejecimiento de sus componentes y sistemas.
La asistencia que presta el OIEA a los Estados Miembros incluye exámenes internacionales por homólogos, como la Evaluación de la Explotación y el Mantenimiento de Reactores de Investigación (OMARR). La finalidad de las misiones OMARR es prestar a los Estados Miembros asesoramiento y asistencia con el objetivo de que mejoren sus prácticas de explotación y mantenimiento. El Organismo también ayuda a desarrollar y aplicar planes de explotación y mantenimiento, planes de gestión del envejecimiento y programas de capacitación.
Para hacer frente al envejecimiento de los reactores de investigación, el OIEA dirige programas de gestión del envejecimiento que comprenden inspecciones ordinarias, ensayos periódicos de componentes de reactores y medidas correctoras o preventivas de mantenimiento, por ejemplo, la instalación de equipo de inspección.
